Participar de un campamento o vacaciones educativas para personas con diabetes promociona a los jóvenes la oportunidad de aumentar su confianza en sí mismos, ya que hacen amistades con otros niños con diabetes que también tienen que respetar las mismas reglas sobre la insulina, dieta y análisis. El programa varía de un campamento a otro, pero en la mayoría enfatizan la mejora de su propia capacidad para controlar la diabetes. En pequeños grupos, pueden aprender sobre la técnica correcta de aplicaciones de inyección, pruebas de control, alimentación, fisiología y otros temas relacionados con la diabetes.

Es más divertido tomar insulina y ver cuál es su nivel de glucosa junto con sus amigos. Los niños que tienen dificultades con los análisis, insulina o niveles de glucosa en breve aprenden todo sobre la diabetes gracias a sus compañeros en de campamento. Los niños se sienten aliviados al saber que sus amigos en el campamento ya saben qué es la diabetes. Ellos no tienen que explicar qué es hipoglucemia o por qué se aplican inyecciones, como ocurre en muchas situaciones en la vida diaria en casa.

Muchos conocerán a nuevos amigos con los que mantendrán contacto en los próximos años. Algunos feriados educativos se realizan para los niños que aún no han llegado a la edad de la pubertad y hacen hincapié en la importancia de controlar su diabetes de forma independiente. Si son capaces de hacer frente gran parte de los retos de la diabetes por sí solos durante su adolescencia, esto desempeñará un papel crucial en la lucha por la independencia del adolescente, ya que la diabetes no desempeñará un papel significativo en los conflictos familiares asociados a la pubertad.

Durante el evento, el objetivo es que los niños sean capaces de participar plenamente en todas las actividades. De esta forma, se dan cuenta de la dificultad de tener un control perfecto de la diabetes. Algunos niños pueden incluso tener niveles de glucosa más elevados de lo que suelen tener en casa. La mayoría de los niños será más activa de lo normal durante el feriado, por lo que pueden tener la necesidad de bajar sus dosis de insulina, especialmente a la hora de acostarse, para evitar la hipoglucemia nocturna.

Participar en vacaciones educativas para personas con diabetes infantil también puede incrementar la confianza del niño en su propia capacidad de administrar la enfermedad sin la presencia de los padres. Esto será espacialmente verdadero para los niños que están lejos de casa, tal vez, por más de una noche o dos por primera vez en la vida. Muchos padres se sienten aliviados por estar solos y saber que su hijo está siendo cuidado por profesionales. Verifique en su región (ciudad, provincia o país) si hay alguna entidad que pueda organizar feriados, fines de semana u otras actividades para niños y adolescentes con diabetes.

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